martes, 26 de noviembre de 2013

Saludo al glorioso Himno Nacional de nuestro Ecuador en su día



Una noche fue suficiente para que el gran escritor Juan León Mera, hiciera la letra de nuestro Himno Nacional; cómo no iba a inspirarse si vivimos rodeados de Mágicos Paisajes; sí somos Herederos de la valentía y perseverancia de nuestros héroes, si somos nacidos en esta tierra bendecida llena de gloria. 

El himno Nacional, que con orgullo y civismo se escucha en todos los rincones del mundo, donde esta un Ecuatoriano, lo llevamos en la sangre porque al cantarlo viene a nuestra imaginación aquellas Batallas emprendidas por los héroes de nuestra Nación como ejemplo de lucha diaria  hasta alcanzar la libertad y en nuestros días las Batallas por liberarnos del hambre, la pobreza y discriminatoria que aqueja a nuestro pueblo.

Saludo al glorioso Himno Nacional de nuestro  Ecuador en su día.

Texto que se canta
CORO
¡Salve, oh Patria, mil veces! ¡Oh Patria, gloria a ti! Ya tu pecho rebosa gozo y paz, y tu frente radiosa más que el sol contemplamos lucir.
ESTROFA
Los primeros los hijos del suelo que, soberbio, el Pichincha decora te aclamaron por siempre señora y vertieron su sangre por ti. Dios miró y aceptó el holocausto, y esa sangre fue germen fecundo de otros héroes que atónito el mundo vio en tu torno a millares surgir. Partes que se suelen cantar de nuestro Himno de 52 versos, que forman un coro y seis estrofas.”1 Himno Nacional del Ecuador
Coro
¡Salve, oh Patria, mil veces! ¡Oh Patria, gloria a ti! Ya tu pecho rebosa gozo y paz, y tu frente radiosa más que el sol contemplamos lucir.

ESTROFAS
I
Indignados tus hijos del yugo que té impuso la ibérica audacia, de la injusta y horrenda desgracia que pesaba fatal sobre ti, santa voz a los cielos alzaron, voz de noble y sin par juramento, de vengarte del monstruo sangriento, de romper ese yugo servil. Salve, oh Patria…
II
Los primeros, los hijos del suelo que, soberbio, el Pichincha decora te aclamaron por siempre señora y vertieron su sangre por ti. Dios miró y aceptó el holocausto, y esa sangre fue germen fecundo de otros héroes que, atónito el mundo, vio en tu tomo a millares surgir, Salve, oh Patria…
III
De esos héroes al brazo de hierro nada tuvo invencible la tierra, y del valle a la altísima sierra se escuchaba el fragor de la lid; tras la lid la victoria volaba, libertad tras el triunfo venía, y al león destrozado se oía de impotencia y despecho rugir. Salve, oh Patria…
IV
Cedió al fin la fiereza española, y hoy, oh Patria!, tu libre existencia es la noble y magnífica herencia que no dio el heroísmo feliz: de las manos paternas la hubimos, nadie intente arrancárnosla ahora, ni nuestra ira excitar vengadora quiera, necio o audaz contra sí. Salve, oh Patria…
V
Nadie, ¡oh Patria!, lo intente. Las sombras de tus héroes gloriosos nos miran, y el valor y el orgullo que inspiran son augurios de triunfos por ti. Venga el hierro y el plomo fulmíneo, que a la idea de guerra y venganza se despierta la heroica pujanza que hizo al fiero español sucumbir. Salve, oh Patria…
VI
Y si nuevas cadenas prepara la injusticia de bárbara suerte ¡gran Pichincha! prevén tú la muerte de la Patria y sus hijos al fin; hunde al punto en tus hondas entrañas cuanto existe en tu tierra: el tirano huelle solo cenizas y en vano busque rastro de ser junto a ti. Salve, oh Patria…


No hay comentarios: